Anda la brisa perdida buscando tus carnes blancas. ¿Dónde estará –se pregunta- la que perfumó mis aguas? Dice que se torna gris aquel pedazo de playa cuando cabalgan azules las incasables tempranas interrogando la arena, por donde quedó cifrada el ansia de nuestros cuerpos en una huella robada. Que se acabó la alegría con tu última mirada. Que el eco voló más lejos repitiendo tus palabras. Un himno de caracolas semeja el canto de lágrimas. Sólo las perlas no quieren que tu vuelvas a la playa. -Brisa regresa a lo triste, ponte caricia en las alas, róbale el azul al cielo y tíñele al mar las faldas, haz un coro de rubíes de corales y esmeraldas y espérala, que muy pronto llegará con la mañana.
Palabras en la inauguración de la Exposición “SENTIMIENTOS EN EL AIRE” de la fotógrafa novel Catherine Peterssen Catalán.
El artista se define con el verbo de los verbos: Ser. Su existencia transcurre a través de una orgánica contemplación germinadora. Es su punto de vista, su mirada, lo especial y distintivo. Percibe el mundo nuestro, y claro está suyo, con la agudeza singular de sus sentidos y lo re-crea antes de devolvérnoslo colorido y brillante, como purificado por la lluvia.
Al artista hay que acercarse lenta, muy lenta y cuidadosamente, -y si además es mujer, entonces todas las precauciones son pocas.
Hoy vivimos la doble emoción de recibir a Catherine Peterssen Catalán, una joven fotógrafa de Ciudad de la Habana, de quien no se bien si decir que ya es enteramente de La Salud o que La Salud es enteramente de ella; y a su Expo-personal “Sentimientos en el aire”, que es además la primera que presenta al público.
En esta muestra Catherine no dispuso su cámara para retratar grandes acontecimientos, ni grandes temas, ni grandes hallazgos de la suerte. Tranquilamente detuvo su mirada en la vida común de diferentes lugares del mundo y de diferentes personas. Uso ángulos muy propios que para nada recuerdan los caminos trillados de otros fotógrafos. Brasilia en ella no es la de las revistas y reportajes; La Feria del Libro en La Habana no es la de las grandes multitudes frente a los estantes de libros. Las personas retratadas nunca estuvieron avisadas de antemano. Ni siquiera usó el derecho que le asiste a manipular sus fotos. Nos trae en la Expo la vida real y cotidiana, y dentro de ella el ligero, discreto y a veces tímido resorte que convierte al hecho en obra de arte.
Grandes son los sentimientos y la sensibilidad de la artista, por eso recuerden… lenta, muy lenta y cuidadosamente. – para que puedan paladear cada mensaje.
Como apoyatura tendrán a su favor los títulos de las obras que en su mayoría son reveladores del secreto artístico; también cuentan con su propia experiencia de vida: ¿quién no ha visto alguna vez caprichosas figuras en las nubes, atrevidas formas en los árboles, geometrías audaces en la arquitectura del mundo? o ¿quién no tiene uno de esos amores tormentosos en su casa que nos hace decir con Serrat …niño deja ya de joder con la pelota? Y cuentan además para su ayuda con un aviso que les doy ahora mismo: -casi todo es la expresión de un humor finísimo que acompaña como modo de vida a la autora.
Amigos míos, Catherine Peterssen Catalán cursa el sexto año de sus Estudios Socioculturales, trabaja e investiga sobre aspectos de nuestra cultura provincial y nacional. Escribe y retrata cuanto ve. Ha participado en los Salones Humorísticos de la Bienal de San Antonio de los Baños, en el Primer Salón Nacional de Arte Joven “El Loquito” y el Salón también Bienal de la Humoranga del propio pueblo habanero.
Hoy se enfrenta por vez primera al público en La Salud, para orgullo de la Galería “Américo Cruz” y de todos nosotros.
Bienvenida pues a esta gran familia nuestra.
Bienvenida al arte.
Bienvenida.
Al Partir
A mis alumnos africanos.
“claro no somos una pompa fúnebre
usamos el derecho a la alegría.”
Mario Benedetti
Sobre el pulso del mar me hace pequeño esta neblina de partir ahora tengo que rumiar dos o tres siglos y desgastarme de dolor -mis tantos bisabuelos con todo el sol del trópico al pellejo atados por el cuello y la tristeza murieron del adiós hasta la muerte de toda sombra humana- claro que somos los de entonces sólo que vamos recobrando la alegría.
Don Amargado
Allá va Don amargado y en su silencio se esconde, pues no quiere irse de donde tanto trabajo ha pasado. Le espera el iluminado mundo cooperativista, y ante la nueva conquista del campo desarrollado, vuelve su espalda Amargado, se calla y baja la vista. Va camino del batey que es de su vida verdugo. Carga en los hombros el yugo que le corresponde al buey. Lleva en su frente la ley equívoca del pasado, y cubre al viejo Amargado en su soledad fatal, la razón del animal y el atraso del arado. En la finca colindante crecía digna y altiva, la alegre cooperativa con su estatura gigante. Contempló por un instante con una mirada terca, que ya no estaba la puerca amarrada en el batey y terneros, vaca y buey habían brincado la cerca. Sólo el gallo del guajiro quiso aliviarle el delirio, pero un profundo martirio desató tras un suspiro. El gallo con débil giro cantó su “quiquiriquí”, y sin vacilar, allí Amargado lo mató, porque en su canto creyó oír, -“Vámonos de aquí”. Un vecino que llegó al punto de esta lujuria, con la voz llena de furia al campesino increpó: “Mátame a mi –le gritó- guajiro individualista, y si tu línea egoísta te empeñas en mantener, también mata a tu mujer que ya es cooperativista”. La razón y la verdad nunca son contemplativas, y nuestras cooperativas descubren la realidad. Se alivio la terquedad en el rostro de amargado y se le vio iluminado por una expresión furtiva. Miró la cooperativa diciendo: -“Seré afiliado”.
Luis Carlos Coto Mederos
Mención en el concurso “Dímelo cantando” del semanario Palante.
Canto de ustedes…
A mis alumnos…
Canto de ustedes como de mí mismo porque entre ustedes vuelvo a mi persona. Ignoro si la flor que me traiciona es saudade en la piel o giornalismo. Canto la sed primera, el buen abismo, los ojos navegando la ternura, su pradera de sueños, mi cordura. ¿Será un gesto sutil del egoísmo? Canto de ustedes al decir mi nombre que no es el mío ya, sino, el de tanto amor en el silencio amanecido. Canto de ustedes como canto al hombre, limpio de oscura voz, sin otro canto que el fuego entre las sombras del olvido.
Pequeña Elegía a un Gran Amigo, Epifanio Iznaga
“…y aquella su esperanza filial en los domingos”
Eliseo Diego
Con las luces del alba, los domingos, el fervor del café nos obligaba a una amistad recién amanecida en los misterios de las filialidades. Trama tenaz del tiempo puso en suerte un espacio común que compartimos: la sala de mi hogar y las noticias acabadas de hervir en los arcanos. Algo ha cambiado desde entonces, creo. Ha vuelto a ser domingo esta mañana; -un domingo después de días muy largos. La fe toca las puertas de lo eterno. El café y el hogar ya desesperan. ¿Sabré reconocerte cuando llegues? Luis Carlos Coto Mederos Foto: Melba Díaz Marianao, 06.05.2018
Aperos de labranza
La tiza
Lengua de blancas palabras -¡cómo cumples mis antojos!- No hay imagen de mis ojos Que entiendas tú cuando labras. Ven, no te aflijas, no abras rumbo sin mi itinerario, que para escribir mi diario me quedaré en ti, memoria. Fino regazo de gloria fugaz del vocabulario.
El borrador
Manso tragón de lenguaje, te pierdes dentro del aula como un gorrión en la jaula feliz de nuestro paisaje. Vives manchándote el traje con polvo de mis errores, de mis aciertos, las flores que siembro en el pizarrón. Siempre, tímido bribón, pendiente de mis labores.
El pizarrón
Cantero abierto en la escuela para sembrar mi consejo, valga tu suerte de espejo por detener lo que vuela. Desvelado centinela de cotidiana ternura. ¿Qué filo hay en tu bravura desafiando la ignorancia? ¿Qué rosa, con qué fragancia, nace en tu verde llanura?
Tema para un pez peleador
Los que gustan de ti bien poco saben del retórico andar entre raíces, del olfatear el polvo de las conchas, del aletear sin fin los sueños tristes. Los que gustan de ti nada imaginan de la espiral de muerte en que perdiste la más perfecta de tus alegrías, la más firme de tus pasiones firmes. Los que gustan de ti sólo desean la acuarela de tu piel fantástica, sin padecer tu andar de inerme acero. El agua no les deja ver tus lágrimas.
Exposición “Imágenes y Sueños” del joven artista de la plástica Luis Carlos Coto Gutiérrez.
Fotos: Ale.
Palabras en la inauguración de la Exposición Personal “Imágenes y Sueños” del joven artista Luisito Coto G.
Galería “Américo Cruz”. La Salud. Mayabeque.
Amigos todos:
Sé bien que ustedes pueden comprender las emociones que me embargan. Sé bien que pueden compartir conmigo la ilusión de esta tarde inaugural.
Nos une el respeto, nos une el cariño, nos une la amistad. Nos une, a la inmensa mayoría, el haber nacido o crecido o vivido alguna vez en este querido pueblo: La Salud, al sur de la provincia La Habana. Y nos une además y especialmente el gusto por las artes.
Esta primera muestra de Luisito Coto G. lleva por título: “Imágenes y sueños”. En ella se pueden apreciar los dibujos y los grabados que realizó a lo largo del año 2007.
Los dibujos se distinguen por la firmeza y la fuerza de los trazados, por el manejo de los claro-oscuros y por el logro de texturas que no exigieron otros recursos que un lápiz común y una lámina de cartulina.
Los grabados son otra etapa del desarrollo artístico porque al asumir nuevas técnicas dejó a un lado lo descriptivo o figurativo de la etapa anterior y entró de lleno en un rejuego de colores y formas, de equilibrio y ritmos, que evocan o sugieren a cada cual algo diferente.
El arte transita por disímiles caminos, cada camino tiene su fin y su propósito, pero todos aspiran al servicio y la excelencia.
Luisito dibuja y pinta cosas de su mundo, son las mismas cosas que las de nuestro mundo, solo que, a través del prisma de su sensibilidad artística y humana.
Si es un cristal puede estar quebrado, si es una fruta puede estar atravesada por uno o muchos clavos. Los clavos son una constante en esta exposición. Los clavos que tal vez nacieron en la cruz de Cristo significan aquí también el dolor, el mal, lo negativo que nos acecha y nos acosa.
Con esta muestra yo estoy satisfecho y orgulloso. Puedo decirlo aquí en familia porque ustedes me comprenden. También estoy satisfecho y orgulloso de mis tres hijos.
Exposición Papeles de La Habana del artista de la plástica Jorge Báez González
Papeles de Jorge Báez González
“… ¿Hacia dónde ira Báez con su papelería? Será cosa de observarlo.”
Elle Nussa. Revista Bohemia. Año 75. No 13. 1ro de abril de 1983.
Treinta y cuatro años después, frente a la plenitud de su obra, el artista de la plástica Jorge Báez González, había de recordar aquella mañana remota de domingo en que llegó a su pueblo natal la edición correspondiente de la revista Bohemia donde se hablaba de su exposición “Papeles”, inaugurada en la Galería del Taller de Cerámica de Parque Lenin, aquel año de 1983.
El prestigioso periodista y crítico de arte Ele Nussa dejó una pregunta colgando al final de su reseña y una alerta a no perder de vista aquel modo sui generis de hacer arte y luchar contra la violencia al mismo tiempo.
Pareciera que nos corresponde ahora a nosotros, los que hemos acompañado durante estos años al artista y amigo saludeño, dar esa respuesta. Ciertamente no es preciso, ya la vida se encargo de premiarlo múltiples veces. Su obra existe y perdurará. Su obra alienta y resplandece.
De todos modos quiero decir que Báez es un artista de la plástica que pinta, dibuja, crea monotipias e Ilustra casi siempre desde el abstraccionismo. Es un artista abstracto, mucho más cuando trabaja con sus papeles. Este es su mundo verdadero y definitivo.
Báez trabaja con la misma intensidad con que juegan los niños. Absorto y desprejuiciado va a lo suyo sin que nada pueda impedirlo.
Al decir de su mejor crítico, -nuestro hermano Jorge Ignacio Domínguez-, Báez es un enamorado ferviente de las imágenes que sueña. Su obra es “la fecundidad de la abstracción poseída”.
Todo es como un rompecabezas inmenso y cada trozo de papel rasgado debe encajar en forma, color y textura en el lugar adecuado. El artista se deja sorprender con cada pieza y a la vez nos sorprende con el resultado. Si el azar no le provee lo exacto entonces lo construye al propósito. En ocasiones no será papel sino nylon o tela, no será blanco sino negro. Puede que tal forma no convenga y haya que rasgar nuevamente a su antojo.
Yo lo veo como un músico que pone notas y acordes en un pentagrama vacío, después se queda observándolo y comienza a quitar unas y a poner otras, a ligar acordes, a enfatizar sonidos. Todo para que suene como ya lo ha escuchado antes en su absoluta intimidad. Una especie de sinfonía de sus sueños.
Tal vez sea el arduo rompecabezas de su vida.
Ojalá que nunca lo de por terminado.
Luis Carlos Coto Mederos
La Habana, julio de 2017.
Fotos: Melba Diaz