No le gustaba a Juliano el nombre que le tocó y lo cambiaba por lo que fuera cayendo a mano: “Julito”, el “Yuly” cercano, como el cercano “Yuliei”. Pero me dijo Adianey: -en ese cambio infinito yo creo que este “Julito” va a terminar en Serguei. Luis Carlos Coto Mederos julio, 2018