“Las fuentes de su apellido”
Omar Mirabal
En Cuba hay días evidentes que gritan de qué lado de los solsticios y los equinoccios nos hemos despertado. Aun, cuando un slogan promocional turístico dice que “Cuba es un eterno verano”, los que vivimos atentos a las bellezas y bondades de nuestra patria podemos atisbar todos los cambios del clima en esta isla de desbordante poesía.
Aquella mañana del miércoles 3 de octubre del 2018 era declaradamente de otoño. Cuando el VW de mi hermano Pedro José entraba en la ciudad de Artemisa y una galería esplendida de héroes y mártires de la patria nos daba la bienvenida, la luz amarillenta y el animado airecillo anunciaban con nostalgia veraniega una lluvia imprevista.
Cumplíamos entonces con una invitación del amigo Ricardo Echevarría. (Permítanme decir aquí que Ricardito ama las artes y en especial la poesía con absoluta pureza. Un día dedicaré una página a su impronta. Nadie como él lo merece). Con los brazos abiertos y el acostumbrado superlativo de su voz y sus palabras nos recibió y nos acomodó en la hospitalidad de su casa.
Así, a su abrigo, y con toda la intimidad de un día otoñal, conocimos personalmente al poeta güireño José René Fuentes Cintado. (Renito).
Renito es un hombre de campo. A sus 78 años de edad mantiene una fortaleza corporal óptima y una lucidez envidiable. Tiene las manos bien trabadas, la sonrisa noble y la imaginación exuberante del campesino cubano. Renito es un poeta repentista, es además un intelectual curtido y ante todo un cubano de ley.
Con el café llegó el primer tema. No podía ser otro que Artemisa. De su libro Tiempo recuperado, Editorial Unicornio 2015, Renito nos lee:
Artemisa
Soy, ¿quién no lo sabe? caña, tabaco, frutos menores, viandas, hortalizas, flores, llanura, río y montaña. Soy verde. El sol que me baña viene de un alba mambisa, aire fresco de otra brisa pero del mismo palmar. No hace falta preguntar mi nombre: Soy Artemisa. Soy areito, canoa, riqueza de origen pobre y luna dormida sobre una orquídea de Soroa. Arena de Baracoa, trigo en la piel de otro pan, surco paridor de San Cristóbal, y una Bahía Honda que bate y enfría las aletas del caimán. Soy decima campesina, pintura, teatro danza, nuevo sol de una esperanza que hasta de noche ilumina. Diosa mucho más divina cuanto más occidental, cuerpo de guitarra igual a la que regó en el viento el eco y el sentimiento del Guajiro Natural. Soy pólvora en el Moncada grito rebelde en la Sierra y cosecha de una tierra con sangre fertilizada. Destello de una alborada que se negó a ser sumisa, hechura de una camisa sudada de surco a cueva. Soy una provincia nueva de Cuba, soy Artemisa.
Renito nació en Artemisa, en 1940. Fundó su hogar y su familia en Güira de Melena y desde entonces vive allá. Renito es artemiseño y es güireño al mismo tiempo y sin menoscabo.
Fotógrafo
Fotógrafo bueno yo que bajo amoroso fuego tiré dos fotos y luego mi esposa las reveló. Nueve meses demoró en cada fotografía y ahora nadie dudaría al ver mis hijas amadas, que son dos fotos tiradas por una cámara mía.
Cuando triunfó la revolución en 1959, era un joven de 19 años, analfabeto, que aprendía de sus padres el trabajo en el campo.
Mi padre
Mi padre, tal vez tratando de sentirse menos pobre, cayó como un grano sobre la tierra que estaba arando. Gastó la vida sembrando cuanto rincón encontraba, por eso ayer cuando estaba flaqueándole el organismo, prefirió sembrarse él mismo por ver como germinaba. Grano de Oro y Capitán en el potrero silente esperan inútilmente el regreso del gañan. Pero ya no volverán a verlo en la sitiería, ni sentirán en la guía un leve temblor queriendo decir que no está saliendo derecha la surquería. Cuando a la finca llegué, en lugar del padre mío un silencio áspero y frio en cada cosa encontré. De la arboleda se fue sollozando el tomeguín, las flores en el jardín perfumaron sin abrirse por el temor a exhibirse sin permiso de Joaquín. Desde que no tiene vida quien me dio calor y cuna, la casa parece una ciudad desaparecida. A la hora de la partida todos lo pudimos ver, menos mamá, que por ser ciega, en gesto sobrehumano le dijo adiós con la mano como si fuera a volver.
Hoy Renito es Licenciado en Ciencias Sociales y su inquietud afanosa lo llevó a pertenecer a las Fuerzas Armadas en el periodo de 1961 a 1965.
Entre los años 1965 y 1980 fue cuadro profesional del Partido Comunista de Cuba (PCC) en los municipios Ariguanabo, Güira de Melena y Artemisa.
Entre 1980 y 1985 trabajó para el Museo de Güira de Melena, escribiendo la historia de ese municipio.Del 1985 al 2010 Integró la Empresa Artística Antonio María Romeu.
Del 2010 al 2014 fue Presidente de la UNEAC Provincial de la Habana y Presidente de la Empresa Artística Antonio María Romeu.
Actualmente pertenece a la UNEAC y a la Empresa Antonio María Romeu.
Renito es un poeta popular culto. Su décima es Naboriana y en lo personal es un ferviente admirador de nuestro Indio Naborí.
La limpieza de sus estrofas, el uso satisfactorio de los recursos poéticos, el lenguaje propio de su tiempo y el acervo con que construye su obra son los pilares sobre los que el artista se levanta.
Ha merecido múltiples premios en diferentes concursos a nivel nacional. Aparece en varias antologías dentro y fuera de Cuba, entre ellas “Desde la voz del viento” (2000), “Esta cárcel de aire puro” (2010) y “El nuevo sol de América” (2013).
Noches angolanas
Esta noche se parece a las noches angolanas, hay un silencio profundo atenazándome el alma como cuando allá en Lobito no se movía ni el agua. Afuera la luna llena penetra por la ventana como cuando en plena selva la cara mía y su cara se fundían poco a poco bajo el nailon de la hamaca. Oigo, no se precisar justamente a qué distancia el lamento repetido de un perro que ladra y ladra, como en las noches aquellas cuando iba de marcha en marcha queriendo cerrar el cerco antes que irrumpiera el alba. Todo se parece tanto que pienso en Niurka y en Tania -pequeñitas como eran- juntas en la misma cama. Y en Zunilda, desde luego, como un ángel de la guarda cuidando el sueño profundo de dos muñecas que cantan. Y me pregunto: ¿Por qué esta infinita nostalgia? ¿Será acaso que Daniel, el pequeño que las llamas aprisionaron tan fuerte, está escribiendo una carta para que el viejo correo de los recuerdos la traiga? Si así fuera, no me importa que el silencio abra las alas como un pájaro de muerte anunciando la desgracia, que afuera la luna llena penetre por la ventana, que ladren cien perros juntos alborotando la cuadra. Nada, nada me interesa, absolutamente nada. Solo quisiera creer que voy en la caravana, que estoy en el Aeropuerto Internacional de Luanda treinta y cinco años después acariciando la cara del niño, el niño quemado que se me adentró en el alma, y que hoy he vuelto a verlo gracias, solamente gracias a una noche parecida a las noches angolanas.
Renito es poeta porque ama la vida, porque es optimista, porque no se cansa de crear, de hacer. Las personas así nunca envejecen. Ahora mismo escribe para los periódicos, para la radio, canta en los guateques campesinos y cobija a los más jóvenes que lo ven como a un padre.
La foto amarillenta
La foto amarillenta donde estoy con aire juvenil y pecho erguido, es la prueba palpable de haber sido lo que ahora, siendo el mismo, ya no soy. Pese al mérito escaso que le doy, en el tiempo me tiene detenido. Ni más joven ni más envejecido, exacto como ayer, no como hoy. Le agradezco al fotógrafo, a la vida esta dicha no siempre repetida de verme como fui, tan diferente. En nada me parezco, me doy cuenta, pero sigo creyendo inútilmente que soy el de la foto amarillenta.
Gracias Ricardo por regalarnos la oportunidad de conocer a un poeta valioso y a un hombre que también vale la pena. Gracias Renito por existir. De fuentes como las de tu apellido brota la cultura.
Luis Carlos Coto Mederos.
Marianao, enero del 2019
Renito Fuentes fue mi compañero de trabajo durante años en el Museo Municipal de Güira de Melena. Su apellido es no solo su identificación personal, es la fuente de la creación en muchos aspectos en él, en la poesía, el trabajo, la amistad, el respeto la familia, así como el amor al prójimo.
Hombre de muchas virtudes y cualidades.Quien tiene a Renito de amigo puede decir que ese si es un gran amigo.
Gracias Marta por su comentario. Totalmente de acuerdo con usted.