
“…y aquella su esperanza filial en los domingos”
Eliseo Diego
Con las luces del alba, los domingos, el fervor del café nos obligaba a una amistad recién amanecida en los misterios de las filialidades. Trama tenaz del tiempo puso en suerte un espacio común que compartimos: la sala de mi hogar y las noticias acabadas de hervir en los arcanos. Algo ha cambiado desde entonces, creo. Ha vuelto a ser domingo esta mañana; -un domingo después de días muy largos. La fe toca las puertas de lo eterno. El café y el hogar ya desesperan. ¿Sabré reconocerte cuando llegues? Luis Carlos Coto Mederos Foto: Melba Díaz Marianao, 06.05.2018